martes, 8 de julio de 2008

Epílogo

Lo consiguieron. Son el primer club ecuatoriano en alcanzar el título de la máxima cita futbolística de América a nivel de clubes. Desde acá lo viví de madrugada, pegado al ordenador, gracias al bendito Internet, con la narración de Alfonso Lasso Ayala, y conectado al Skype con mi familia liguista. La imagen en la pantalla a las 6:40am era del héroe de la noche, Pepe Pancho, entrevistado después de hacerle el juego psicológico a los brasileños del Fluminense, toda una hazaña de su veteranía futbolística.


Para cerrar, la continuación a la entrada anterior: la magnífica columna del periodista argentino Jorge Barraza sobre el trinfo de Liga. Aquí un pedacito...
Campeonísimo. Nadie podrá quitarle ni una ínfima partícula de posteridad: fue campeón siendo el mejor. La crónica dirá que fue por la vía de los penales. Somos conscientes que perdió 3 a 1 el segundo encuentro y hubo que dirimir desde los doce pasos. También sabemos que fue mucho más que Flu en el balance de las dos finales. Ganó en casa 4 a 2 mereciendo mucho más. Perdió en Río por esa extraordinaria capacidad brasileña de transformar en red hasta el menor escarceo ofensivo, por la eficacia letal del futbolista brasileño. Contundencia que no tuvo correlato en el juego. Porque nunca Fluminense mostró ser más equipo que Liga.

Abrazos...

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